...aunque hay veces en que necesito estar sentada...

...aunque hay veces en que necesito estar sentada...

lunes, 17 de mayo de 2010

Yo nunca le pregunto nada al espejo, no sea que un día me responda y me lleve un disgusto. Nadie duda de la maldad de la madrastra de Blancanieves, pero hay que reconocer que después de haber sido durante años la más bella del Reino, debe sentar un poco mal que llegue otra y te quite el puesto.

Así se debió sentir Marta aquel día de junio, cuando tras un ajetreado día consiguió legar a casa una hora antes de lo habitual y se encontró con que Pablo la había reemplazado por Blancanieves. Puede que Marta no leyera las señales o puede que Pablo fuera demasiado cobarde para mostrarlas, pero fue el instante en que se paró la tierra, en que el espejo nos dijo que había otra más bella que nosotras y que había venido para quedarse.
Muchos años después, tras la muerte de Pablo y mientras intentaba impedir que una escandalosa sonrisa emergiera de su labios, recordaría el momento después de pararse la tierra y volvió a ver a Pablo, siempre tan guapo, sentado en el sofá de cuero marrón, y a ella junto a él, su Blancanieves, su pequeña pequinesa, que Pablo le había comprado y a la que ella descubrió justo una hora antes de lo previsto.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Y cuando me encuentre allá, lejos de los límites del mundo, donde se desdibujan los deseos, recordaré el día aquel que de forma extraña y confusa nevó en Madrid.