...aunque hay veces en que necesito estar sentada...

...aunque hay veces en que necesito estar sentada...

jueves, 22 de abril de 2010

Después de tantos años, de tantas noches sin dormir, sin saber dónde o cómo estabas, después de tanto tiempo de esperarte… Ahora estoy aquí. Habla. Hace un año más o menos estaba en la puerta de tu oficina. ¿Me espías? No. No te espío. Quería saber lo que tenía derecho a saber, nada más. Te vi salir con tu vieja compañera de universidad. Alta. Guapa. Llevaba un abrigo blanco muy bonito. Escucha… Me compré uno igual. Me compré el mismo maldito abrigo. Estuve llevándolo todo un invierno, pero tú no te diste cuenta… Siempre me alegraba, cuando te sentía llegar me alegraba, después de una noche en vela esperándote… Me alegraba. Ayer no dormí, pero sentía que no te esperaba… Y cuando te oí llegar me di cuenta de que no me alegré. Simplemente deseé que no hubieras vuelto...